La ciudad y los perros
Todo en esta película es sobresaliente: la interpretación de un elenco de jovencísimos actores, la dirección de Francisco Lombardi, la adaptación de la novela a cargo de Watanabe, la fidelidad a la obra homónima de Vargas llosa; la recreación del ambiente opresivo y brutal del colegio militar; la elección del "poeta" como hilo conductor de la narración...Una película imprescindible, en suma, para los amantes de la obra de Vargas LLosa, de Lombardi y del cine, en general.
Comenzamos esta página con la adaptación cinematográfica de una de las novelas de Mario Vargas LLosa, Pantaleón y las visitadoras. La obra es una divertida cinta dirigida por Francisco Lombardi, un gran cineasta peruano que aparecerá en esta sección próximamente. Su adaptación, y actualización, del relato del oficial Pantaleón Pantoja es un trabajo muy logrado, así como las actuaciones de Salvador del Solar y de la espléndida Angie Cepeda, en los papeles del oficial Pantoja y de la Brasileña respectivamente.
Pantaleón y las visitadoras
Bajo la piel
Percy Corzo ( José Luis Ruiz) es un joven e inexperto policía en el Palle, al norte de Perú, que se ve sobrecogido por una serie de crímenes brutales, que recuerdan los sacrificios llevados a cabo en la región siguiendo un ritual Moche, una de las culturas pre-incaicas más sangrientas. En la investigación irrumpe Marina, una joven y atractiva médica española (Ana Risueño) que desencadena una pasión incontrolable en la vida del joven capitán.
La película de Lombardi, una coproducción peruana, española y alemana de 1996, es un interesante cinta circular de suspenso – o suspense, como se prefiera- en la línea del mejor cine negro, con elementos antropológicos, que invita a una reflexión sobre las pasiones y los instintos humanos.
Tinta roja
Alfonso (Giovanni Ciccia), un joven que sueña con ser escritor,es asignado a la sección de policiales de un periódico sensacionalista para hacer las prácticas. Allí aprende pronto todas las técnicas del amarillismo que le enseña Faúndez, el redactor jefe de la sección, un hombre desencantado de la vida que encuentra refugio en las mujeres y que se jacta de no haber recibido ninguna formación académica: “Olvídese de todas las güevadas que le han enseñado en la universidad”.
La película de Lombardi, basada en la novela homónima del chileno Alberto Fuguet y adaptada por Giovanna Pollarolo, tiene en la relación entre maestro y discípulo su principal baza, así como en la extraordinaria actuación de Giancarlo Brero en el papel de Faúndez, un trabajo que le valió destacados premios.
Gabriela (Melania Urbina) es una joven maestra comprometida con su profesión y prometida con un juez honesto, Guido Pazos. Su mundo se desmorona cuando su novio es brutalmente asesinado. Desde ese momento Gabriela, con la ayuda renuente de Ángela (Magdyel Ugaz), acomete la tarea de esclarecer las circunstancias del crimen, que la prensa amarilla se encarga de oscurecer.
Basada en la novela de Alonso Cueto, Grandes Miradas, la película es un thriller político y una eficaz crónica negra del aparato represor fujimorista. En este trabajo de Lombardi, además de la espléndida labor de las dos actrices y del ritmo vivaz de la historia, destacaríamos la redención moral de Ángela.
